Saturday, January 03, 2009


Hola corazón herido, lastimado… enamorado:

Te saludo desde un rincón donde dejaste tiradas alegrías y penas. Donde desvestiste esperanzas y mojaste sueños que aún no has logrado dormir.

Al verte, me he puesto a recordar aquel soleado día en que llegaste al vecindario, con zapatillas de charol y una belleza lastimada. Con la frente en alto y el alma sobre tus huellas. Con tan sólo una mochila, repleta de recuerdos y un parche en el pantalón, el cual llevaba aquella gastada inscripción: libertad, amor y paz.

Me levanto para saludarte y rendirle tributo a tus anomalías. Me postro en tus piernas y comienzo a escuchar letanías del renombrado bisiesto. Tubo que haber nacido en uno tan especial, pues pudo dañar en días lo que durante años lograste forjar. Si, ese. El que con palabras cambio los hechos y en base a hechos inventó alucinógenas palabras que mi diccionario desconoce pero adora mi jerga pronunciar. Aquel que según tú podía salvarlo todo con tan solo desearlo, ese luchador incansable del bien común que hoy destruye los pocos momentos de felicidad que logro concebir. Se mete dentro de mi y respira mis suspiros. Me seduce y luego se marcha. Me toca. Me acompaña.

Su recuerdo es el desvelo, mis sabanas no lo entienden. Me embrujan, me encienden. Yo resuelvo. Un vaso de agua, no resisto la temperatura. Tiembla mi cintura, se enfrían mis dedos. Me postro en la almohada, al menos tú estas conmigo. Maltratado y aún herido, agradezco tu compañía. Ya resuelto el problema, me propongo vivir un nuevo día. Me duermo. Descanso. Despierto. Me voy.

Me miro al espejo y aún sigues aquí. Conmigo. Creí que con la noche te habías marchado. Tranquilo corazón que algún día llegará. Te veré latir y en un abrazo confesarás lo feliz que eres. Ese día no es hoy y sé que no es eso lo que quieres… No es para ti lo que hoy la vida te ofrece. Entiéndelo. Abre bien los ojos. Hazlo por mi que tanto lo necesito, por ti que has olvidado sonreír, por ellos que ya no quieren sentir. Olvida. Evoluciona. Crece!!!